El puerto se encuentra en un cuello de botella operativo a raiz del monopolio otorgado por Lacalle Pou a la belga Katoen Natie. La empresa lleva 25 meses de atraso y ya debería tener 350 metros de muelle y 7 hectáreas de playa de contenedores listas, en los hechos, no tiene nada.
La empresa con sede en Bélgica Jan de Nul, cuyo rubro es la construcción y el mantenimiento de infraestructura marítima, resolvió enviar a 18 trabajadores al seguro de paro.
El dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma), Mauro Rivero, dijo a la diaria que “la empresa, para justificar esa decisión, argumentó que no puede mantener completa la plantilla de trabajadores si las otras dos [Stiller y Mota-Engil] no avanzan con la obra”. Sostuvo que “ellos responsabilizan a estas dos empresas, pero ambas firmas ya enviaron prácticamente a todo su personal al seguro de paro en diciembre”.
Rivero señaló que, producto de esta situación, los trabajadores están “en el medio y de rehenes de estas empresas”, ya que “una le asigna culpabilidad a la otra”, contexto que “lamentablemente, con el tiempo, terminará arrastrando a los trabajadores que cumplen tareas en las embarcaciones”. Mencionó también que el jueves 27 de febrero Jan de Nul se había comprometido a no enviar trabajadores al seguro de paro.
El dirigente agregó además que el Suntma responsabiliza también por la paralización a Terminal Cuenca de Plata (TCP), “porque es la que paga por la obra, y dentro de ella participa también el Estado uruguayo por intermedio de la Administración Nacional de Puertos, que tiene un 20%. Ahí hay fondos públicos detrás de una inversión de 500 millones de dólares”.





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